Mi hijo tiene un traje de superman secreto. Una camiseta mágica que le da superpoderes y con la que le pasan cosas buenas. No hace falta que me lo diga, porque todos lo sabemos es la camiseta de Osasuna que descubrió hace unos meses cuando se le despertó su gen futbolístico. Por eso, se la escondo en la balda más alta del armario, donde él no llega, para que la dosifique. Si no, se la pondría todos los días y dejaría de hacerle efecto. En parte, además de que no me gusta que vaya siempre equipado, lo hago para que siga funcionando su magia.
Cuando lleva la camiseta gorria puesta se viene arriba. No ha visto nunca un partido del equipo rojillo, pero no le hace falta. Porque nada más ponérsela se invade de energía y corre y salta como nunca. El efecto lo notan rápidamente los demás: le llaman el próximo fichaje, le hacen bromas en el ascensor, le silban por la calle y los niños mayores le miran con simpatía. Y todos sabemos qué significa a estas edades que te miren los mayores.
Él, que con sus dos años y medios pasados está aprendiendo mucho de la vida, cree que con ella puesta tiene carta blanca para todo. Hasta para entrar a la frutería a lucirse y, de paso, hacerle ojitos a la tendera para llevarse una fresa, un puñado de cerezas o unas mandarinas, que ahora saben riquísimas.
Este comodín de la camiseta me lo guardo para momentos especiales, como cuando está sin ganas de ir al cole o para el día que se va a separar de nosotros para irse al pueblo con los abuelos. Las madres tiramos de nuestros particulares recursos y este equipo rojillo, que a mí no me da alegrías porque no las busco, al menos me da un as en la manga para salir airosos de los malos momentos.
La camiseta de sus amores, esa que inunda de buen rollo a los de su alrededor, tiene últimamente magia por duplicado: lleva en el centro el dibujo de unas vacas de una marca láctea navarra y eso, para él, es casi más valioso que el escudo del pecho.
Las vacas han sido el último gran descubrimiento del verano. Unas vaquillas que tan pronto corren cuesta arriba y cuesta abajo como cornean el vallado con saña y sobre las que se lucen los recortadores mientras suena la banda de música del pueblo. Todo un mundo para un niño pequeño que ha quedado deslumbrado este verano por el blanco y rojo, los txistus y tambores y el olor a campo.
A mí, antitaurina desde niña y que planeo prohibir los grandes fichajes de primera cuando me haga ministra, se me cae la baba con sus nuevas aficiones. Me quedo tranquila porque él me asegura que de mayor no correrá en el encierro de San Fermín y tampoco lo veo como delantero centro de un equipo de élite. Le pega más formar parte de la txaranga y devorar, como hace ahora, los pintxos de txistorra en las fiestas de los pueblos. Pero quién sabe las vueltas que da la vida.
De momento, su traje de superman le da alas y me alegro de que las tenga. Porque tiene sólo dos años y las necesita, aunque sé que con ellas o sin ellas volará muy lejos. Ojalá hubiera un traje así de mágico para los adultos.
P.D. El gato, por cierto, es de la familia, y no ha sido dañado en la elaboración de este post.
El gen futbolístico es algo que se despierta en todos los niños?? me pregunto si al mío le vendrá o no sin referentes cercanos….pero lo de la camiseta mágica mola lo que más!
No sé si a todos, pero cuando se despierta, se despierta del todo, jaja. No veas qué puntazo es lo de la camiseta…
A mis hijos les pasa igual. Tienen equipaciones de varios equipos (de Uruguay y de España) debido a que los amigos mayores y familiares que tenemos han querido embaucarlos… pero ellos no están definidos futbolísticamente. Eso sí, si les dices: “ponte lo que quieras” los dos machos corren a ponerse equipaciones mezcladas (unas botas de messi, un pantalón del betis, una camiseta del barsa…).
Lo del fútbol (antisuperstarr) no se lo he despertado yo. Fueron los compañeros del colegio. A mí no me gusta el fútbol, ni verlo ni jugarlo. Pero ver que en su clase los chicos juegan al fútbol le ha despertado una pasión tremenda. Con decirte que en la final del mundial, cuando perdió Argentina, mi hijo con 5 años se puso a llorar… me quedé anonadado.
Hay veces que se contagian de sus compañeros de clase, ¿verdad? Porque en nuestro caso ha pasado lo mismo, creo que tienen mucho que ver los otros niños de la guarde del año pasado.
Qué gracia tus hijos vestidos con un mix de todos los equipos y selecciones… Habría que verlos… 🙂
Muy bueno!!! Dentro de nada pondremos unas porterias en casa de la abuela y.. pondrán al gato de arbitro
Jaja, mejor de árbitro que de portero 😉
jajajaja! Me ha encantado como lo cuentas y me he reído mucho imaginando al pequeñajo con su camiseta del osasuna bailando con la txaranga!
Así es, Leti 🙂 mañana creo que se la voy a poner, porque llevamos un día terrible, jaja
jajaajajaja! Genial lo del gen futbolista, ami hija mayor le pasa pero con el disfraz de Frozen… Es increíble los mundos que son capaces de crear.
Me gustaría aprovechar para invitaros al blog que acabo de comenzar a escribir. Se llama “Enséñame a pensar”: http://goo.gl/bDlt8f
Me encantaría que os pasaseis y aportaseis vuestros granitos de humor 🙂 Un saludo.
¡Gracias! Me pasaré.
Bueno, bueno, bueno… voy a tenerle que comprar a Mara la camiseta de Messi a ver si también sirve de amuleto 😀 Qué bueno el peque. Me he reído mucho leyendo el post (a la vez que me emocionabas con muchos de los fragmentos). Un beso!
Gracias, Adrián, que te haya gustado es todo un halago. ¡Mil gracias! 🙂
¡¡Holaaaaaaaaaaaaa…!! Aysssssss… ¡Cómo echaba de menos estas lecturas, y echarme unas sonrisas con tu prosa, querida…!
Perdóname todos estos últimos tiempos en blanco y sin dar señales de vida por esta, tu casa virtual… El bache bloguero tontorrón -no solo de escritura, sino que también ha pasado factura en las lecturas…-, que se alarga más de lo previsto (y todavía sigue, pero ahí ando poniéndole remedio, poco a poco…)
El otro día le comentaba a Adrián, que tenía todos sus post en la bandeja de entrada del mail, guardaditos y preparados para ir devorándolos de una tacada en cuanto pudiera… Y contigo me ha pasado lo mismo. Ya me he puesto a ello (¡tengo unos cuantos que leer, desde mayo/junio…!), pero veo que la cosa sigue como siempre… ¡100% Idoia en estado puro!
Intentaré comentarte alguno, a medida que vaya leyendo, pero ya te digo que será complicado, porque prefiero ponerme al día cuanto antes… Pero vaya, que ya me tienes de vuelta por aquí… 😉
Si llego yo a saber que tienen superpoderes… igual me hubiera puesto yo también más a menudo mi camiseta del Atleti, que, efectivamente, bien que me hubiera venido… 🙂 ¡Por probar…!
¡Un besazo enorme!
Jajaja, póntela a ver si surte el mismo efecto y te tenemos de vuelta 🙂
Por mis post ni te molestes en ponerte al día, no hay grandes novedades 😉 Tú céntrate en el tuyo y en tus dibus, que estamos deseando leerte. ¡Muchos besos!
Me encanta las alas del peque 🙂 A mi también me encantaría tener unas… Como dices, ojalá hubiera unas así para los adultos. ¡Besazo!
Gracias, guapa 🙂
jajaja, la cara del gato es buenísima eh??? Como veo de mayor a tu peque…
Me apunto lo de guardar estos truquitos que nunca vienen mal 😉
Feliz día!
La cara del gato es genial 🙂 No vienen nada mal, no.