Existe una creencia común de la forma en la que se desarrolla un parto, comienzan los dolores, tal vez rompemos fuente, y entonces te diriges al hospital. Al ser ingresada todo transcurre normalmente, chequeos, monitores, formularios, tu plan de parto. ¿Pero qué ocurre cuando tu parto no es como lo planeaste?
Un parto traumático involucra el peligro o amenaza a la vida de la madre o él bebe, por lo cual muchos escenarios entran dentro de un parto traumático. El más común tiene que ver con no poder llevar a cabo tu plan de parto debido a complicaciones. Pero en términos prácticos un parto traumático es aquel en el cual la madre sintió miedo, amenaza, e incluso horror.
Las horas cercanas al parto son momentos que toda madre atesora en su memoria y en los cuales las emociones se encuentran a flor de piel, es por esta razón que el trauma puede acecharnos meses o años después de vivirlo. También es importante tomar en cuenta que el parto es un momento vulnerable para la mujer, dejar en manos de un tercero tu vida y la de tu bebe no es sencillo, menos aun cuando se experimentan omisiones o cuidados inadecuados.
Algunos de los síntomas experimentados por mujeres que han vivido trauma durante el parto son
- Tener recuerdos o pesadillas sobre el parto que desencadenan una reacción de temor o ansiedad.
- Presentar una sensación de vacío y desapego, como si la realidad fuera un mal sueño.
- Buscar respuestas de manera obsesiva para comprender lo sucedido.
- Revivir una y otra vez en su mente el parto, hablarlo de manera repetitiva buscando respuestas.
- Presentar ansiedad y depresión, en ocasiones una actitud de enojo hacia su pareja, familia y los médicos por no haber actuado como lo esperaban.
- Presentar dificultad para crear un vínculo con su bebe, e incluso para identificarse como madre.
Si has pasado por trauma durante el parto es importante que sepas que existe la forma de superarlo, que no te encuentras sola y existen muchas herramientas para salir adelante. Lo principal es comprender que fue lo que sucedió, para ello puedes escribir tus dudas y cuestionar a los profesionales de la salud que estuvieron involucrados en tu parto. Obtener respuestas es muchas veces lo que necesitamos para dar cierre a un capítulo amargo.
Buscar apoyo en grupos de madres con la misma experiencia o acercarse a un profesional de la salud mental es otro paso para tomar. Compartir tus pensamientos y tus sentimientos puede ser beneficioso. Si aún no te sientes lista para expresarlo puedes comenzar con escribirlo en un diario personal e intentar darles sentido a tus emociones.
El trauma en el parto puede ser delicado en casos de muerte perinatal especialmente cuando el manejo por parte del personal médico no fue el adecuado. Experimentar la pérdida de un hijo es traumático, por lo que se recomienda buscar ayuda profesional lo antes posible. Validar tus emociones y priorizar tu bienestar es clave para superar momentos difíciles como estos. En general, podemos resumir que para superar un parto traumático se necesita mucho valor, pues hay que reconocer primeramente que no nos encontramos bien y necesitamos ayuda. Trabajar en nuestro ser para encontrar la salida es primordial. Asegúrate de tomar tiempo para ti, aun en el caos de convertirte en madre, pide apoyo puntual a quienes te rodean, y válida tus emociones.