El embarazo y la maternidad son etapas en la vida de una mujer que se relacionan con ternura y felicidad. Y aunque en su mayoría lo son, existe una conversación que no se tiene en voz alta, y está relacionada con la imagen corporal y autoestima después del embarazo.

Tras los cambios físicos y hormonales experimentados a lo largo de 40 semanas, es natural que no reconozcamos el cuerpo que vemos en el espejo. La maternidad viene con un paquete de responsabilidades y tareas que apenas nos dan tiempo de enfocarnos en volver a nuestras rutinas.

Esto sin contar que nuestro cuerpo a pasado por un sinfín de cambios, no es solo el crecimiento de la barriga que llega a un tamaño inimaginable y en ocasiones provoca la aparición de estrías. Los pechos crecen, la piel se oscurece, aparece una línea negra atravesando nuestra barriga, e incluso sufrimos cambios en el tono de la piel de la cara.

A todo esto, le sumamos la falta de sueño, la adaptación a una nueva vida, la lactancia, y las hormonas que vienen y van a voluntad provocando cambios de humor entre otras cosas. ¿Suena increíble que una madre siga de pie después de todo lo anterior no? Pues ahí es donde encontraremos la respuesta a como aceptar nuestro cuerpo.

Las mujeres que hemos experimentado la maravilla de traer a un ser desde nuestro interior somos capaces de vencer cualquier obstáculo. Antes de analizar minuciosamente cada detalle físico frente al espejo y darnos una dura crítica, debemos comenzar por agradecerle a este perfecto instrumento que llamamos cuerpo por todo el trabajo que ha hecho para traer con salud a nuestro pequeño bebe.

Debemos además pensar en todo el trabajo que sigue haciendo para devolver el útero a su lugar, para alimentar a nuestra cría, y satisfacer todas sus necesidades diarias. Todo aquello sin antes tener la casa impecable o atender llamadas de trabajo. ¿Qué increíble es nuestro cuerpo no?

Ahora, si después de ver todo lo positivo, seguimos con una sensación de añoranza y queremos volver a vernos como antes de ser madres, claro que es posible. Solo recuerda que a tu cuerpo le ha tomado casi 10 meses llegar a donde esta, no apresures el proceso y respeta los ciclos naturales de tu cuerpo, que es único e increíble.

El mejor consejo que podemos dar es evitar las comparaciones y llegar a una aceptación real. Compararnos con celebridades de revista que recuperan su físico en menos de un mes posparto no es sano ni realista, es posible claro, con mucho esfuerzo y ayuda de terceros. Pero no olvidemos que cada cuerpo es único, la genética y el metabolismo juegan papeles importantes.

Por otro lado, debemos ser conscientes de la maravilla que nuestro cuerpo acaba de hacer, un par de huellas en la piel bien lo valen. Alimentarse sanamente y retomar una rutina de ejercicio físico nos ayudará a mejorar nuestra imagen, pero el verdadero trabajo viene de fondo. Trabajar en una imagen corporal positiva y aumentar nuestra autoestima requiere mayor esfuerzo. Aquí algunos consejos para lograrlo. 

  • Acércate a los profesionales, tanto para ejercitarte, como para llevar una dieta adecuada.
  • Habla acerca de tus miedos y dificultades con alguien de confianza o con un profesional de la salud mental.
  • Enfoca tu atención a lo positivo. Escribe o di en voz alta las cosas que agradeces, lo que salió bien en el día, lo que ha mejorado.
  • Traza metas realistas y objetivos alcanzables para evitar la frustración.
  • Acepta tu nuevo yo, tu nuevo cuerpo, y tu nueva vida. La maternidad es un proceso de aprendizaje continuo, no tendrás todas las respuestas al momento de dar a luz, ten paciencia y recuerda tratarte con amor en cada paso del proceso.