Los primeros días de lactancia pueden ser todo un reto para las madres. Existen muchos mitos y falta de información que en algunos casos derivan en que se abandone la lactancia. Pero, aquí encontrarás información útil para curar este problema que afecta a la mayoría de las mujeres en esos primeros intentos.
¿POR QUÉ APARECEN?
Antes de todo, debemos tener claro que experimentar dolor al amamantar a nuestro pequeño no es normal. Cuando un bebé no tiene un agarre adecuado, comienzan las molestias y eventualmente si no se corrige, aparecen las dolorosas grietas. Lo mejor que podemos hacer en estos casos para evitar las heridas en los pezones, es encontrar la posición adecuada a incentivar a que el recién nacido tome el pezón y gran parte de la aureola. Al mamar solamente el pezón, su encía ejercerá una presión muy fuerte y no conseguirá suficiente alimento y, por tanto, provocará heridas en el pezón. Prevenir con cremas o masajes no resulta efectivo, ya que la causa de las grietas no está ligada a la sequedad o falta de elasticidad del pezón, sino a una causa mecánica. El pezón está diseñado para amamantar y no hay necesidad de prepararlo para la tarea.
CAUSAS
Si las grietas comienzan a aparecer junto con dolor, es necesario pedir asesoría lo antes posible. Como hemos comentado, la causa es un mal agarre, y debemos corregirlo para evitar que empeore. Existen tres causas comunes para este tipo de herida:
- Frenillo lingual corto
- Mal agarre del pecho
- Incorrecta postura del bebé
Aunque cada caso es particular, podemos identificar estas tres causas como las más comunes. Las soluciones dependerán de la severidad de la herida: una herida pequeña similar a un arañazo puede curarse dejando el pecho al aire libre para que cicatrice mejor.
SOLUCIONES
Cuando la severidad del dolor aumenta y nos enfrentamos a una herida con pus o con la piel muy lastimada, será necesario acudir al médico. En ocasiones, es recomendable utilizar un sacaleches
para no interrumpir la lactancia, pero permitir que la herida sane.
Las cremas comerciales no son siempre la mejor solución, pueden contener analgésicos locales que disfrazan el dolor, pero no dan fin al problema. En otros casos, hemos escuchado que colocar la misma leche materna es la solución; sin embargo, en casos donde existe una infección o la herida es muy severa, esta práctica puede empeorar el escenario. Las grietas y heridas en los pezones son una de las principales preocupaciones de las madres, sobre todo, primerizas, al igual que las estrías durante el embarazo Para ello, nuestra recomendación es siempre buscar ayuda profesional, ya sea de parte de un médico o un asesor de lactancia. La mejor prevención para este tipo de padecimiento es la información. El dolor causado por un mal agarre, en muchos casos, deriva en el término de la lactancia, pero no siempre es necesario, si deseas continuar tu lactancia busca asesoría en el momento en el que empiecen las molestias.