Uno de los recuerdos más bonitos que tengo sobre mi infancia y la lectura es de niña devorando los libros de Gloria Fuertes. Me los ofrecía mi madre y me hacían reír tanto que los releía mil veces, hasta acabar aprendiéndome sus locas rimas de memoria. Es curioso, pero hay letras que memorizas de niño y no se te olvidan nunca. Todavía recuerdo algunos de sus versos, entonados con la musiquilla que yo misma inventaba. ‘El domador que mordió al león’, ‘Pelines’, ‘Coleta la poeta’ y otros tantos recopilatorios con sus cuentos forman parte de esas lecturas de nuestra infancia para legar a nuestros hijos.
La poesía encaja muy bien con los para niños pequeños, aunque muchos terminemos dejándola de lado conforme pasan los años. Las canciones que tarareamos a los bebés tienen rimas sencillas y su musicalidad y ritmo les resulta muy atractivo. Muchísimos cuentos infantiles están escrito en rima, así que ¿por qué no lo seguimos potenciando durante su infancia? ¿En qué momento olvidamos la poesía y nos centramos sólo en su hermana mayor, la narrativa?
Hay un libro de Boolino que acabamos de conocer y que busca precisamente acercar la poesía a los más pequeños, uniéndola con la música para hacerla más atractiva a los pequeños. ¡Este niño está en la luna!, como así se titula, es un libro diferente, muy creativo y en el que música y la poesía llevan la voz cantante. Por eso incorpora también un CD con el audiocuento, que bien puede parecer un disco de música infantil.